
CONAF Valparaíso combatirá incendios forestales con químico “retardante” esta temporada
Durante tres días, el experto canadiense Mark Campbell capacitó a todo el personal de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), que se desempeña en el control de incendios forestales (jefes operativos, pilotos y comandantes de incidentes, a nivel nacional), en torno al uso del químico “retardante” LC95A, en la Base Aeronaval de Torquemada, ubicada en la comuna de Concón, región de Valparaíso.
El curso culminó este jueves, con ejercicios terrestres y aéreos, que permitieron generar velozmente un cortafuego químico en el límite entre el centro militar y un sector boscoso aledaño.
En la oportunidad, el gobernador de la provincia de Valparaíso, Omar Jara, manifestó que “este líquido ‘retardante’ va a aumentar la eficacia que tiene CONAF en el ataque de los incendios forestales. Es una buena noticia para nuestra provincia porque, en general, es la que sufre los principales siniestros. En segundo lugar decir que estamos en plena temporada, y hasta ahora no hemos tenido ningún foco importante, y eso quiere decir que mucha gente ha tomado conciencia de tener el máximo cuidado y evitar los riesgos”.
“Aquí son tres cosas las que confluyen para que tengamos una exitosa temporada, desde el punto de vista de que no tengamos incendios forestales ni menos hectáreas quemadas, que son: una buena implementación en el caso de Bomberos, de CONAF, de todos los organismos, modernizar ésta, tener herramientas efectivas con las cuales actuar, una buena coordinación entre todos y, luego, una cuestión muy relevante que es el autocuidado”, agregó.
Por su parte, el director regional subrogante de CONAF, Claudio Ilabaca, junto con valorar que -por primera vez- se podrá ocupar químico “retardante” para el control de incendios forestales en la región de Valparaíso, aseveró que en la zona hay “25 mil litros, que están almacenados en la Base Aeronaval de Torquemada y pueden ser utilizados durante toda la temporada. Lo importante de eso es que esta es la primera compra, y que a través del proceso de compras públicas podemos adquirir rápidamente una mayor cantidad en caso de emergencias, y a nivel nacional también hay un stock de 85 mil litros, por lo tanto no va a faltar cuando se requiera”.
Sobre los recursos disponibles de CONAF Valparaíso, manifestó que “están operativas 15 brigadas y en proceso de capacitación cinco más, lo que significa que a contar de la próxima semana estaremos con 20, prácticamente la totalidad del personal que se implementará en nuestro plan operativo de la temporada. Desde el punto de vista aéreo, tenemos dos aviones dromader, dos helicópteros y, en el mes de febrero, se incorporará el primer avión Air Tractor”.
Asimismo, en relación a las actividades preventivas que se han desarrollado en la zona, expuso que “llevamos más de 40 mil atenciones (desde el 1 de enero a la fecha), cuyo objetivo ha estado enfocado prácticamente en un 70 % en las áreas periurbanas, que es donde más se concentra la incidencia de incendios forestales. De esta manera, esperamos mantener las estadísticas bajas”.
Finalmente, el jefe nacional del Departamento de Control de Incendios Forestales de CONAF, Fernando Parada, destacó los conocimientos que les entregó el curso dictado por Mark Campbell, quien tiene 30 años de experiencia en el combate de incendios forestales con líquido “retardante”.
Y en torno a este químico, acotó que “es un producto probado mucho en Estados Unidos, el Servicio Forestal de ese país lo utiliza ampliamente, y bueno, lo hemos traído principalmente para confeccionar cortafuegos y controlar los incendios forestales de una manera más eficiente. Para nosotros es muy importante poder usarlo en los siniestros más complejos, donde se vean amenazadas viviendas o áreas silvestres protegidas, principalmente, y priorizar las zonas donde hayan vidas humanas en peligro”.
Cabe consignar que el líquido “retardante” produce una reacción química que modifica el proceso de combustión de los materiales celulósicos, evitando la formación de llamas y dejando un residuo carbonoso. El LC95A, en particular, está certificado y es inocuo para las personas y el medio ambiente.